1.- El aceite de oliva virgen extra es puro zumo extraído de aceitunas en excelentes condiciones y calidad, se obtiene sólo mediante procedimientos mecánicos, con ausencia total de elementos químicos y es calificado como ‘extra’ por un panel de catadores expertos.
2.- El aceite de oliva virgen extra es ideal para el uso gastronómico. Puede utilizarse en crudo y en fritos, combinando con todos los productos imaginables: carnes, pescados, hortalizas, verduras, frutas, helados, etc. Su palatabilidad ofrece un singular resultado sobre los alimentos: potencia y refuerza su sabor.
3.- El aceite de oliva virgen extra es un producto que puede tomarse a lo largo de toda la vida.
4.- El aceite de oliva virgen extra, por su alto contenido en ácido oléico, ácido graso monoinsaturado, flavonoides y el escualeno ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares, de estrés oxidativo, envejecimiento, cáncer y osteoporosis.
5.- El aceite de oliva virgen extra está recomendado en la dieta de los más pequeños porque previene el asma infantil y en época de crecimiento porque favorece la creación de masa ósea. Su consumo está recomendado también en la dieta de los que practican deporte con frecuencia o realizan actividad física porque ayuda a la regeneración celular de los músculos.
6.- El aceite de oliva virgen extra ayuda a la metabolización de la insulina en las personas diabéticas y mejora la presión arterial.
7.- El aceite de oliva virgen extra tiene, además, innumerables aplicaciones tópicas: desde hidratante natural, a desmaquillador o efectos relajantes.
8.- El aceite de oliva virgen extra está recomendo para personas que siguen dietas de adelgazamiento en cuanto se sustituyen las grasas polinsaturadas por grasas monoinsaturadas. Por eso es pilar básico de la ‘dieta mediterránea’, declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.
9.- El aceite de oliva virgen extra repercute en quien cría y cuida los olivares -el productor-, genera progreso social y ayuda a dinamizar las zonas de producción.
10.- El aceite de oliva virgen extra no es, en ningún caso, lo mismo que el ‘aceite de oliva’ (a secas). Ambos provienen de la aceituna, pero el segundo -aceite de oliva- necesita de un proceso de desodorización, refino químico y mezcla que hace que pierda casi todos sus efectos beneficiosos que tiene el original aceite de oliva virgen extra.
Consuma siempre aceite de oliva virgen o virgen extra. Asegúrese de la variedad que consume y la procedencia de la misma. Huya de referencias genéricas. Recuerde que la denominación comercial de ‘aceite de oliva’ lleva implícito la mezcla de aceites refinados con vírgenes, o extrañamente, vírgenes extra.