Las almazaras han cambiado mucho desde el tradicional molino de prensa. Actualmente el proceso además de ser mucho más rápido (hace que no se produzcan fermentaciones, ni oxidaciones) con lo que somos capaces de mantener la calidad que nos llega del campo. No nos olvidemos que el mejor aceite está dentro de la aceituna y nosotros tenemos que estropearlo lo menos posible.

El aceite tiene un proceso similar al de la uva y dependiendo de las condiciones climatológicas anuales así será su desarrollo y maduración, dando un aceite cada año auenque parecido pero nunca igual.

Las aceitunas cuando llegan del campo se descargan, pasan por una limpiadora que le quita hojas, tallos , arena, etc. A continuación, por una lavadora que las deja limpias y preparadas para el proceso de molturado. La molienda se hace seguidamente por unos martillos y una criba, apareciendo la pasta de aceitunas que amasándola, a baja temperatura, provoca que, se vayan uniendo las minúsculas gotitas de aceite que después cuando entra en el decanter, por centrifugación se separan el aceite, el agua y la masa. Todo este sistema automatizado hace que el producto esté exento de manipulación, por lo que el aceite es de mejor calidad.

Nuestra almazara la tenemos en renovación continua, controlando cada vez más de cerca los procesos como la temperatura, tiempo de batido, etc.

El fruto se muele como máximo en las primeras 24 horas tras ser recolectado lo que garantiza su frescura. Nosotros lo envasamos sin filtrar para que guarde todas sus propiedades.